El Concierto Dominical del mes de septiembre tuvo una especial connotación por varios motivos. En primer lugar, la Orquesta Juvenil Nuevo Horizonte tuvo el placer de estrenar dos obras de autores nacionales muy queridas: «La puerta del tiempo», de Jaime Barría y «La vicuña roja», Rodrigo Durán. La incorporación de repertorio de calidad de autores nacionales es, sin duda, un crecimiento para nuestra orquesta. En segundo lugar, tuvimos el privilegio de presentar al Ensamble de Clarinetes de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, quienes, acompañados por la cantante Marcela González Janvier, ofrecieron un estupendo concierto de variada música.
No es exageración decir con satisfacción que en Paine escuchamos a una de las mejores agrupaciones de clarinetistas con que cuenta el país, encabezada por el maestro Rubén González, importante líder de la enseñanza de ese instrumento.
Además de eso, en una combinación pocas veces vista, se unió a esta agrupación la soprano Marcela González Janvier. Ese fue otro privilegio. Baste decir que la soprano es una de las cantantes más prestigiosas del momento en nuestro país y que, días después de presentarse en Paine, fue protagonista en el montaje de El Barbero de Sevilla, en el rol de Berta, que se estrenó en el Teatro Municipal de Santiago.
En un plano más personal, conviene destacar que el Ensamble incluyó a tres músicos fuertemente ligados a Paine y la Corporación Cultural Nuevo Horizonte. El maestro González es painino y, luego de una larga trayectoria musical, este fue su primer concierto en Paine. Camila Figueroa, también de Paine, se inició en la Orquesta Juvenil Municipal y la concertino, Daniela Sepúlveda, comenzó su acercamiento a la música en nuestra Orquesta Juvenil Nuevo Horizonte (“Fue esta la primera orquesta en que toqué”, como dice ella).
Los beneficios que recibimos con esta presentación son inmensos y van desde el placer de escuchar música de calidad hasta contribuir al desarrollo de la música en la provincia.
Junto con eso, los jóvenes músicos de nuestra orquesta, convertidos en espectadores en las butacas del teatro, han podido contar como referencia un alto estándar de calidad, aprender normas de ejecución de instrumentos, ampliar su visión de los límites que puede alcanzar la música, despertar a la curiosidad, aumentan su ambición artística, etc.