Los apodos o sobrenombres favorecen una identificación más realista de las personas y establecen vínculos especiales entre quienes los poseen y los usan. Quien no ha tenido uno, muy probablemente se ha sentido menos importantes dentro de un grupo, aislado, olvidado. El escenario adquiere un matiz diferente, eso sí, cuando el apodo se extiende a la familia, a los hijos, a los hermanos, y se transmite de una generación a otra. En ese caso, se construye y refuerza una identidad y un sentimiento de pertenencia a una comunidad. Eso es lo que ha pasado en Paine desde hace un siglo, resultando muy conveniente comentarlo en el mes de mayo, cuando se conmemora un nuevo aniversario de la comuna.
De acuerdo a la transmisión oral, la costumbre surgió a principios del siglo pasado, cuando las muy populares competencias de rayuela fueron prohibidas por facilitar el consumo de alcohol y las consecuentes borracheras. En la clandestinidad, sin embargo, los juegos continuaron y era necesario anotar en la pizarra el puntaje de los competidores junto a sus apellidos. Como esa era la más ingenua forma de entregar los jugadores a los fiscalizadores, se optó por anotar un apodo. Así, en lugar de escribir “Gárate”, se anotaba “Cabeza de mono”.
Las características del pueblo, la cercanía de las relaciones, hicieron que el apodo se extendiera al resto de los integrantes de las familias, al punto que mucho son conocidos por dicho apodo y no por el nombre civil: “Conversé con una de las Cabeza de mono”, “Está pasado la casa de los Cabeza de mono”, es compañero de colegio de uno de los Cabeza de mono”.
Respecto al área geográfica de esta práctica, se puede circunscribir a la zona de mayor población en los años 60 y 70 en Paine Centro, esto es, la delimitada por las calles Avda. Baquedano en el poniente, Avda. O’Higgins en el oriente, Avda. 18 de Septiembre en el norte y Avda. Presidente Prieto, en el sur. (Moreira Castillo, Población Corvi, etc.)
Un dato significativo es la baja población de Paine hasta principio de los años 80, como se puede apreciar en el siguiente cuadro:
AÑO POBLACION
1952 2.278
1960 2.720
1970 4.530
1982 7.346
1992 19.973
A pesar de que esta costumbre se mantiene en reserva y es prácticamente un código secreto de los paininos más antiguos, sin querer ser infidente, resulta muy interesante mostrar algunos de los apodos más conocidos.
Las barquillos
Las chinecas
Las colihue
Las cordión
Las granoli
Las huachinangas
Las loicas
Las mazapán
Las torcazas
Los brujas
Los cabeza de mono
Los cabeza tabla
Los canasteros
Los care putas
Los carú
Los casacas negras
Los cauceos
Los chanchas negras
Los chancho al hombro
Los chapecas
Los chapetas
Los chicharrones
Los choclos
Los choroy
Los cochiguis
Los cochinely
Los cochuflí o cuchuflí
Los coco palo
Los colay
Los coloraos
Los corbata de palo
Los corderos
Los deo cagaos
Los dorina
Los fonola
Los gijos
Los guachinangos
Los guate goma
Los guate papa
Los jotes
Los lavatorio
Los liebre
Los loros
Los macana
Los mananos
Los marimar
Los martillos
Los mocoseco
Los moniquillos
Los monte la burra
Los montones de humo
Los ojos de diablo
Los palmatoria
Los pan de huevo
Los papas fritas
Los pavos chocos
Los pelota de ñaco
Los pescados fritos
Los pico pato
Los picotillas
Los pin pon
Los piñiñentos
Los piojos
Los pisahueo
Los porotos
Los poto tigre
Los rájame el pucho
Los rinso
Los tomates
Los totochas
Los triuques
Los watte mauri o los tragasable
Los watte mauro
Los zorra meá
Rodolfo Silva
Corporación Cultural Nuevo Horizonte
Paine, mayo de 2023