Por Rodolfo Silva Hace unos días me junté a almorzar con mi amigo José Manuel, a quien bauticé como “El Desesperanzado”, hace casi veinte años, poco después de conocerlo. Conversamos largamente un par de veces al año. No hay mejor…
Por Rodolfo Silva Hace unos días me junté a almorzar con mi amigo José Manuel, a quien bauticé como “El Desesperanzado”, hace casi veinte años, poco después de conocerlo. Conversamos largamente un par de veces al año. No hay mejor…