El Concierto Dominical ofrecido por la Corporación Cultural Nuevo Horizonte en el mes de noviembre marcó a lo menos dos hitos: presentó más de cincuenta músicos en el escenario y convocó a más de 150 espectadores. Público que resultó muy satisfecho tanto por la variedad del repertorio escuchado, con música clásica universal y música latinoamericana, como por la calidad de los intérpretes.
En el inicio, la Orquesta Juvenil Nuevo Horizonte incluyó el estreno de su versión del Halleluia, de G.F. Händel, confirmando así que en los últimos meses ha tenido la capacidad de estrenar un trabajo por mes, lo que muestra sin duda un claro progreso en la forma de aproximarse a la música. La Orquesta Juvenil Nuevo Horizonte estuvo conformada por 15 violines, 5 violas, 3 violonchelos y 5 vientos
La segunda parte presentó a la Orquesta Sinfónica del Proyecto Música para la Integración, dirigida por el maestro Gustavo Montes de Oca.
Conformada por músicos profesionales migrantes radicados en Santiago de Chile, dicha orquesta es parte del Proyecto Música para la Integración, cuyos objetivos son la integración profesional extranjera en el campo musical y la promoción del desarrollo educativo, social y cultural en Chile a través de la enseñanza musical y la formación de orquestas infantiles en Chile. Fundada por la Lic. MSc. Ana Vanessa Marvez, hoy cuenta con el patrocinio de la UNESCO y el apoyo de varias municipalidades de la región metropolitana en Chile.
El repertorio comenzó con la interpretación de obras clásicas universales: El Divertimento II K.V.A.229, No 2, de W. A. Mozart, y el Concierto para dos Violines Op.3 , No. 8, de Vivaldi, destacando esta última por el alto nivel de los solistas.
Siguieron a continuación obras de autores latinoamericanos: Caballo Viejo (Simón Díaz, Venezuela), Por una Cabeza (Carlos Gardel, Argentina), Libertango (Astor Piazzola, Argentina) y Fuga con Pajarillo, de Aldemaro Romero (Venezuela). El cierre, coronado por entusiastas aplausos, fue con Aires de Venezuela, del venezolano José Terencio, que incluyó la mundialmente conocida Alma Llanera.
Luego del concierto, una quincena de asistentes al concierto partieron al restaurante Aculeufu, a unos 12 kilómetros del centro de Paine, camino a la Laguna de Aculeo, donde gracias a la acogedora recepción de sus dueños, un exquisito menú y precios especiales, se conversó de arte y música hasta pasadas las 6 de la tarde.
Como siempre, una estupenda cita la del domingo 5 de noviembre en Paine, el Corazón de Chile.
Fotos Orquesta Sinfónica del Proyecto Música para la Integración
Fotos Orquesta Juvenil Nuevo Horizonte